jueves, 10 de febrero de 2011

Material complementario: El caso de la entrevista laboral

ENTREVISTA LABORAL

La entrevista de trabajo más habitual se suele llevar a cabo entre el solicitante, la persona que busca empleo, y un representante de la empresa que ofrece dicho puesto de trabajo.

Las preguntas más comunes y las respuestas más apropiadas:

Lograr el éxito en una entrevista de trabajo no sólo depende de contestar bien a las preguntas, sino del modo en que se responden

Preguntas frecuentes:

Por regla general, las preguntas más frecuentes se enfocan hacia aspectos personales, de formación y experiencia profesional. Éstas son las que con mayor frecuencia aparecen en las entrevistas laborales:

  • ¿Cuál cree que es su mejor cualidad? El candidato debe resaltar sus puntos fuertes. Aparte de ser sincero, conviene que se centre en las cualidades que estime que más valora el entrevistador, según haya podido percibir en su charla. Aunque depende del tipo de empresa y la actividad que realiza, las cualidades más valoradas son la responsabilidad, la seriedad en el trabajo, la creencia de que el cliente es siempre lo más importante, la facilidad para trabajar en equipo, la motivación o la disposición a trabajar duro. Ante todo hay que huir de la petulancia, pero sí mostrar el grado de autoestima justo.

  • ¿Y su mayor defecto? No se debe pretender no tener ninguno, pero tampoco es conveniente exponer los más importantes. La solución más diplomática pasa por referirse a alguno irrelevante o exagerar algún punto fuerte. Por ejemplo, mencionar como defecto el ser, tal vez, "demasiado perfeccionista". Así se deja entrever una disposición a volcarse en el trabajo ofertado.

  • ¿Cómo eligió sus estudios y por qué? Hay tantas respuestas a esta cuestión como estudios. Sin embargo, hay que intentar demostrar mucha coherencia en la exposición. La respuesta más adecuada es la de la "vocación": se han realizado estos estudios porque llevarían al tipo de trabajo (que precisamente es para el que se opta en la entrevista) para el que uno se siente más capacitado, y que siempre ha querido hacer.

  • ¿Cómo ha financiado sus estudios? Esta cuestión tiene por objetivo evaluar la capacidad de autonomía y la madurez del candidato. Conviene demostrar que se han realizado prácticas o trabajos de verano con el fin de financiarlos.

  • ¿Por qué razón ha enviado su solicitud a nuestra empresa? Para responder a esto serán muy útiles las investigaciones que se hayan hecho sobre la empresa. Al interlocutor le gustará tener delante a alguien que conoce la empresa y que no ha escrito al azar. Así, en la conversación conviene deslizar algunos datos concretos sobre clientes para los que trabaja, planes de expansión o sus principales productos.

  • ¿Qué es lo que le ha llamado la atención del anuncio al que ha respondido? Es importante ser preciso en la respuesta y evitar decir frases como: "no me acuerdo muy bien del texto del anuncio" o "no estoy seguro porque el anuncio no estaba demasiado claro". No hay que olvidar que el interlocutor es quien ha dirigido ese anuncio.

  • ¿Qué sabe de nuestra empresa? No hay que lanzarse a dar un discurso sobre la misma. Se demuestra haberse interesado por ella diciendo: "he conseguido su informe anual (si existe), pedí que me enviaran su folleto comercial y para conocer sus balances he buscado en Internet...". Es aconsejable no profundizar demasiado en las afirmaciones ya que ello provocaría otras preguntas más puntuales.

  • ¿Qué expectativas tiene en relación a su próximo puesto de trabajo? Hay que reafirmar las competencias técnicas, las cualidades y motivaciones, de manera que coincidan con el perfil del empleo propuesto.

  • ¿Por qué motivos le gustaría trabajar en nuestra empresa? Hay que intentar enfocar la respuesta alrededor de motivaciones sanas y claras: la naturaleza del puesto, los miembros de la empresa que se conozcan, las perspectivas de la empresa, la calidad de los productos, la dirección... Conviene evitar dar estas respuestas: "porque su empresa es la número uno, porque tiene una buena reputación, o porque sus instalaciones son muy agradables", pues son respuestas simplistas que dicen muy poco de las verdaderas aspiraciones del candidato.

  • ¿Qué piensa que puede aportar a nuestra empresa? Si esta pregunta se formula al principio de la entrevista, habrá que remarcar que "es difícil responder porque todavía no se conoce del todo el puesto de trabajo". Si la hacen al finalizar, se sabrá más acerca del puesto, por lo que es importante hacer hincapié en las capacidades de adaptación y proponer una estrategia concreta, como: "empezaré por observar y escuchar; después, de acuerdo con mi posición, decidiré las acciones que debo emprender".

  • ¿Por qué quiere dejar su puesto actual? Aquí el interlocutor intenta conocer si es el candidato quien desea abandonar la empresa o si la empresa ha decidido deshacerse de él. Hay que ser breve y preciso en la respuesta, por ejemplo diciendo: "desearía evolucionar para asumir responsabilidades adicionales, cosa que desgraciadamente no puedo hacer en mi puesto actual".

  • ¿Cuál es la situación más difícil a la que ha tenido que enfrentarse en su profesión? Con esta pregunta se trata de comprobar la capacidad para resolver problemas y el grado de decisión del aspirante con el fin de soportar y superar momentos de presión. Es importante ilustrar los propósitos describiendo una situación difícil de la cual no se ha sido responsable.

  • ¿Alcanza siempre sus objetivos? Aunque sea tentador responder que sí, resulta más apropiado decir que, en los negocios, el éxito depende de muchos factores, sobre todo externos, y es difícil conseguir siempre los objetivos fijados. De esta manera, se evita dar una imagen de "triunfalista ingenuo", nada aconsejable en el mercado laboral.

  • En su opinión, ¿cuánto tiempo necesitaría para realizar una verdadera contribución a nuestra empresa? Para responder a esta cuestión hay que tener en cuenta dos posibilidades. La primera es que si el interlocutor ya ha hablado del puesto y de la empresa, entonces se tiene la oportunidad de vender los puntos fuertes y las ventajas que se pueden ofrecer. Hay que procurar no dar datos precisos y decir que se está seguro de poder aportar una contribución rápida, pero que lo primero que hay que hacer es escuchar y comprender a la empresa y a los colaboradores. Si todavía no se ha hablado del puesto ni de la empresa, la respuesta más adecuada es la siguiente: "me gustaría aprovechar esta oportunidad para que me precisara los cometidos del puesto, porque sin ellos me será difícil responder con exactitud". De esta manera se demuestra realismo y madurez.

  • ¿Ha tenido que tomar alguna vez una decisión impopular? Esta cuestión es importante porque permite al interlocutor conocer con más precisión el nivel de responsabilidad y actividad. Cuanto más elevado sea el nivel de responsabilidad del candidato más probable será que haya tenido que tomar decisiones de este tipo. Para ello, habrá que explicar por qué la decisión fue impopular y qué se hizo para intentar suavizar su impacto. Además, hay que demostrar que se sabe tomar decisiones impopulares -pero buenas para el interés de la empresa- sin dejar de ser humano.

  • ¿Le gusta trabajar solo o en equipo? Si se contesta sin tener un conocimiento suficiente del empleo solicitado, se está perdido. Se puede decir: "me adapto a todas las circunstancias. Soy capaz tanto de aislarme para reflexionar, como de abrirme para trabajar en equipo".

  • ¿Qué haría si estuviera en desacuerdo con algún superior? Esto es lo mismo que decir: ¿cómo reacciona ante una tensión o un conflicto? A esto se puede responder: "durante una conversación o una reunión, si mi jefe me pide mi opinión, se la daré, aunque no esté de acuerdo con él. Si por el contrario, no me pide mi opinión, se la expresaré posteriormente y le expondré entonces mis temores". De esta manera, se demuestra ser capaz de asumir las diferencias, pero siempre con tacto.

  • ¿Si pidiera aumento de sueldo, cómo lo justificaría? Es importante evitar esta respuesta: "porque me lo merezco". Lo que hay que demostrar ante todo es el valor añadido, la contribución que se aporta a la empresa.

  • ¿Cuáles son sus aficiones? ¿Qué hace en su tiempo libre? El entrevistador desea conocer al candidato un poco mejor. Es aconsejable, una vez más, resaltar las cualidades que se desarrollan en las aficiones y que pueden ser útiles para ejercer el puesto requerido. Y en el caso de que no se tenga ningún pasatiempo destacable, conviene explicar que se está dedicado plenamente al trabajo y a la familia. No hay que olvidar que lo esencial es demostrar que se tiene una vida equilibrada.

  • ¿Por qué lleva tanto tiempo en el paro? A esto se puede responder: "usted sabe tan bien como yo que la situación del empleo no es nada boyante debido a la crisis económica", o "creo que es perjudicial aceptar cualquier empleo. Pienso que puedo satisfacer sus necesidades. Ésta es la razón por la que estoy delante de usted".

  • ¿Tiene otras alternativas? ¿Ha realizado otras entrevistas? Lo más apropiado es decir que sí, pero sin dar demasiada información acerca de las empresas, y siendo muy preciso sobre la función. Es normal no citar el nombre de las empresas. Hay que concluir afirmando que las otras oportunidades interesan menos que la que se está ofreciendo en la entrevista, siempre que se argumente la respuesta.

  • ¿Por qué ha cambiado tantas veces de empresa en cinco años? O dicho de otro modo, ¿es usted inestable? Hay que responder demostrando la coherencia del progreso, y haciendo hincapié en los incrementos salariales que se han conseguido con cada cambio de empresa. Por último, se debe comentar que estos cambios han contribuido positivamente al conocimiento de la profesión.

  • Tiene una cita con su médico a las 12:00 horas. Ha tardado tres semanas en conseguirla. En el último minuto surge una reunión profesional urgente. ¿Qué hace? Ésta es una técnica de entrevista denominada "de situación": el entrevistador plantea un problema y analiza la respuesta del candidato. En este caso concreto, conviene intentar ponerse en el lugar del director. Si yo fuera el director y me viese obligado a planificar una reunión urgente, ¿cuál sería mi reacción si uno de mis colaboradores me dijera que tiene una visita con el médico? Es una cuestión de matices: si la visita es por una grave enfermedad la respuesta es clara.

  • ¿Cómo me evalúa como entrevistador? Es una pregunta peligrosa. No siempre es bueno decir la verdad: si se piensa que el interlocutor es un incompetente, no debemos decirlo. Se puede responder: "es una de las entrevistas más difíciles que he realizado. Dicho esto, comprendo muy bien el significado de sus cuestiones y lo que quiere saber de mí. Todo es normal".

Cómo enfrentarse a la entrevista

Llegado el día de la entrevista, es fundamental mantener la calma, llevar a la cita el material que se pueda necesitar (títulos formativos, currículum, agenda donde apuntar un nuevo encuentro y un dossier con trabajos publicados) y elegir el modo de vestir más adecuado, que suele ser un traje de chaqueta y una camisa discreta. "Además, una imagen pulcra no puede estar coronada por una melena desordenada o enmarañada", recuerda el gerente del portal de empleo Tea-Cegos, Alex Monsegur. La primera impresión es uno de los puntos fuertes del encuentro ya que, a pesar de estar compuesta por aspectos en apariencia nimios, son éstos los que determinan el transcurso de la entrevista. "Las primeras impresiones son de gran importancia. Muchos empresarios consideran que tras haber visto entrar por la puerta a un candidato, observar la forma de dar la mano y sentarse, son capaces de decidir sobre su valía", recalcan desde el Gabinete de Iniciativas Para el Empleo (GIPE) de l a Universidad de Alicante.

Cada entrevista tiene una duración aproximada de treinta minutos. Un tiempo que puede parecer eterno para el entrevistado pero que debe ser aprovechado para establecer una buena comunicación. El éxito de este cara a cara "viene dado en gran parte por la habilidad para venderse uno mismo, con lo que se debe prestar especial hincapié en la manera de hablar, mesurada, pausada y con orden, evitando frases hechas, refranes, expresiones mal sonantes o muletillas", aconseja Sanabria, quien recuerda que antes de terminar y salir del despacho, no está de más tener preparada alguna pregunta sobre el cargo o la empresa, mostrar interés por conseguir el puesto y preguntar por los siguientes pasos del proceso de selección.

Consejos y trucos:

Una entrevista de trabajo es mucho más que un conjunto de preguntas y respuestas, puesto que muchas veces constituye el único modo de un candidato para demostrar su valía al frente de un puesto nuevo. A menudo genera gran preocupación en quien la realiza, que no sabe cómo comportarse y conlleva que el entrevistado opte por contestar aquello que cree que el entrevistador quiere escuchar. En este sentido, es habitual considerar que a lo largo de estas charlas se formulará alguna 'pregunta trampa', lo que resta espontaneidad al candidato. "Hay que escuchar bien lo que el entrevistador pregunta, sin estar buscando en el curso de la entrevista una trampa por su parte. El seleccionador debe evaluar, saber si el perfil corresponde a lo que la empresa necesita. No necesita poner trampas de ningún modo", asevera Monsegur.

La sinceridad es otro de los aspectos principales del encuentro, determinado tanto por la comunicación verbal como no verbal y que debe transmitir al interlocutor la seguridad y confianza que el propio entrevistado tiene en él mismo. Para ello, Sanabria recomienda:

  • Escuchar atentamente al entrevistador, dejarle hablar y contestar a las preguntas sin irse por las ramas.

  • Pensar lo que se va a decir, ser coherente y procurar no contradecirse.

  • Estar preparados para hablar de los errores o defectos en el terreno personal y profesional, así como de las virtudes, éxitos y aptitudes. Para ello, se deben seleccionar aquellos hechos que sean menos perjudiciales y presentarlos de manera positiva, buscando el aprendizaje adquirido a través de ellos o las iniciativas surgidas para solucionarlo.

  • Hablar bien de los trabajos anteriores, pensar en los aspectos positivos de las antiguas empresas donde se haya trabajado. Los comentarios negativos pueden crear desconfianza en el interlocutor, que podría pensar que su oponente es poco sociable o una persona complicada.

En cuanto a la comunicación no verbal, el lenguaje corporal juega un papel muy destacado, ya que transmite también mucha información y hace que el dominio gestual resulte de vital importancia en el transcurso de una entrevista. Los aspectos a tener en cuenta en este caso son:

  • Ropa: Lo más prudente es vestirse de modo discreto, sin colores estridentes ni adornos exagerados. Llevar ropa cómoda ayuda a estar relajado. Es importante dar una sensación de limpieza e higiene.

  • Saludo: El apretón de manos debe realizarse con decisión y firmeza. Hay que evitar el temblor de manos, tener los dedos contraídos o la mano sudorosa.

  • Modo de sentarse: Conviene cuidar la manera de entrar en la sala de la entrevista y de sentarse. Lo aconsejable es esperar a que den las indicaciones oportunas para hacerlo.

  • Mirada: Es importante mirar al interlocutor, prestarle atención y no parecer ausente.

  • Tics: Frotarse las manos o rascarse el pelo son algunos tics que pueden surgir como consecuencia de los nervios. Sin embargo, hay que intentar evitarlos o sustituirlos por otros más discretos.

  • La sonrisa: Debe ser moderada, ni forzada ni exagerada. Lo más importante es mantener una actitud positiva ante el hecho de formar parte de la empresa y reflejar en la expresión facial esa predisposición.

Preguntas profesionales y personales

El proceso de selección comienza en el momento en el que se entra por la puerta de la empresa. Por ello, conviene acudir con tiempo para dar una buena impresión de puntualidad, poder observar el ambiente de trabajo (si la entrevista se realiza en la propia empresa) y relajarse. Una vez a solas con el entrevistador, éste tratará de crear un buen clima que facilite el desarrollo de la charla, ofrecerá un breve resumen acerca de la empresa y del puesto vacante, e informará de cómo será el proceso de selección y sus fases. Posteriormente, comenzará la ronda de preguntas, en la que es probable que destaquen las siguientes cuestiones:

Preguntas sobre la vida profesional del candidato: su formación, su experiencia y sus condiciones laborales, entre otros:

  • ¿Por qué estudiaste arquitectura, derecho, económicas?

  • ¿Qué otras carreras te atraían?

  • ¿Qué asignaturas te gustaban más/menos y en cuáles sacabas mejores/peores notas?

  • ¿En qué medida tus calificaciones se deben a tu esfuerzo personal y en qué medida a tu inteligencia

  • ¿Cuál fue la experiencia más gratificante durante tu vida como estudiante?

  • ¿Piensas proseguir o ampliar tus estudios de alguna manera?

  • En tu formación complementaria, ¿qué seminarios o cursos de corta duración has realizado? ¿Qué te motivó a realizarlos?

  • ¿Tuviste algún puesto representativo durante tu tiempo de estudiante? (Delegado de curso, miembro de la Tuna...).

  • ¿Qué aprendiste durante tus trabajos anteriores? ¿Qué funciones desempeñabas?

  • ¿Cuál de tus trabajos previos te ha gustado más/menos? ¿Por qué?

  • ¿Cómo te llevabas con tus compañeros, con tus jefes, con tus subordinados?

  • ¿Cuál fue la situación más desagradable en que te viste?¿Cómo le hiciste frente?

  • ¿Qué ambiente de trabajo prefieres?

  • ¿Qué relaciones piensas debe haber entre un jefe y su colaborador inmediato?

  • Estarías dispuesto/a a trasladarte a vivir a otra ciudad, a otro país, o a viajar con frecuencia?

Preguntas sobre la personalidad, la vida personal y privada del candidato, sus retos e intereses así como sus planes a futuro:

  • Háblame de ti mismo.

  • Cuéntame una anécdota de tu vida en la que resolvieras con éxito una situación problemática.

  • ¿Qué gana la empresa si te contrata a ti en lugar de a otro candidato?¿Qué elemento diferencial aportas?

  • Si fueras tú el encargado de realizar esta selección y yo fuera el candidato, ¿qué cualidades te gustaría que yo reuniera?

  • ¿Te gusta trabajar con gente o prefieres trabajar solo?

  • ¿Te consideras como un líder o como un seguidor? ¿Por qué?

  • ¿Cual fue la decisión más importante que adoptaste en el pasado?

  • Defínete a ti mismo con cinco adjetivos calificativos. Justifícalos.

  • ¿Qué impresión crees que he sacado de ti tras esta entrevista?

  • ¿Cuáles son tus aficiones favoritas?

  • ¿Cuál es último libro que has leído? ¿Qué te pareció?

Consultas:

Por último, el entrevistador le ofrece al candidato la posibilidad de consultar todas las dudas que tenga y que hagan referencia, por ejemplo, a las funciones concretas a realizar, qué tipo de formación necesitaría o con qué equipo de trabajo desempeñaría su labor. Mostrar interés por estos aspectos puede ser un buen punto a nuestro favor a la hora de ser seleccionados. Para ello, es importante haber ejercido una buena escucha activa tanto en la presentación como en el resto de la entrevista.

ACTIVIDADES (Comisión 1, Turno Tarde) : Traer un Curriculum que vamos a hacer simulacros de entrevistas laborales en clase.

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